El trastorno de eyaculación precoz es una disfunción sexual masculina, en la que técnicamente podríamos decir que el hombre eyacula antes de lo deseado durante la relación sexual, las consecuencias psicológicas que puede desarrollar la EP deben ser tenidas en cuenta, y en la medida de lo posible afrontarlas a tiempo resulta clave, de esta forma evitaremos la inestabilidad emocional que genera y termine por perjudicar las relaciones íntimas o de pareja.
Aunque la alimentación y el estilo de vida no son la causa principal del trastorno, podrían influir en su aparición o agravamiento; algunos cambios en la alimentación y estilo de vida que podrían ayudarnos en el manejo de la EP son:
Una respiración adecuada durante la relación sexual es fundamental, así que coge aire y realiza 10 respiraciones lentas y profundas antes de empezar. Inspira profundamente el aire por la nariz y exhálalo por la boca de forma rítmica. También puedes probar con los ejercicios de Kegel, o ejercicios destinados a fortalecer los músculos pelvianos. Consisten en la contracción y relajación de estos músculos en intervalos de cinco segundos y de forma sucesiva. Con ellos aprenderás a controlar los músculos que influyen y controlan la eyaculación.
Es importante que recordemos que cada persona es diferente y que lo que funciona para una persona no puede funcionar para otra. Por tanto, se recomienda consultar con un médico o psicoterapeuta sexual para obtener recomendaciones específicas para cada caso individual.
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