La esofagitis eosinofílica (EoE) es una enfermedad inflamatoria crónica del esófago que se caracteriza por la presencia de un número elevado de células eosinófilicas en el tejido esofágico. Los síntomas de la EoE pueden incluir dificultad/dolor para tragar, dolor abdominal, acidez estomacal y reflujo gastroesofágico.
La fagofobia, por otro lado, es el miedo o la aversión a tragar alimentos sólidos o líquidos. Pudiendo ser una complicación de la EoE, ya que los síntomas de la enfermedad pueden hacer que la persona desarrolle miedo a tragar y evite la ingesta de alimentos. Puede ser muy debilitante, afectando a la calidad de vida de la personal al limitar su capacidad de comer y beber.
El diagnóstico de una enfermedad como la Esofagitis Eosinofílica nos puede sacudir la vida. Después de un diagnóstico como este es muy necesario conservar el equilibrio para que, poco a poco, podamos ir aceptándolo y reconociendo como parte de nuestro camino, buscando los mecanismos y herramientas que nos permitan tener una mejor calidad de vida. Y entender que todo este nuevo camino, nos puede permitir si somos capaces de mantenernos motivados y positivos a reflexionar sobre nuestra propia vida y encontrar el enfoque que queremos de ella.
Las personas diagnosticadas de Esofagitis Eosinofílica (EOE) tienen un riesgo superior del 50% a desarrollar trastornos del estado del ánimo y más de un 70% de desarrollar disfagia e impactación alimentaria, siendo más vulnerables a padecer fagofobia,; por lo que debemos estar más pendientes de estas cuestiones, sometiéndose a exámenes de detección y en todo caso solicitar ayuda especializada.
El tratamiento de la EoE puede incluir medicamentos antiinflamatorios, dietas de eliminación de alimentos, dilatación esofágica o cirugía.
La fagofobia se trata de una fobia específica clasificada dentro de los trastornos por ansiedad que puede provocar grandes consecuencias en la salud de quienes la padecen tales como aislamiento social, desnutrición o depresión; las personas se vuelven extremadamente vulnerables debido a acontecimientos traumáticos relacionados con la alimentación, pudiendo privarles momentáneamente de pautas de seguridad y saboteando todo el sentido de confianza en ellos mismos. Trabajar en confianza, seguridad y afrontamiento se hace imprescindible.
La buena noticia es que la fagofobia es un trastorno psicológico que tiene cura, la evidencia científica a través de diferentes estudios así, nos lo indica en un 74% de casos intervenidos, bien a través de psicoterapia por si sola o combinada con farmacología, en el caso de pacientes que así lo requieran.(a priori los ansiolíticos o antidepresivos por si solos no nos enseña a modificar nuestra forma de pensar, por lo que la forma más correcta sería combinándola con psicoterapia con evidencia científica).
A través de una intervención con terapia cognitivo-conductual, nos va permitir a reestructurar esos pensamientos disfuncionales e irracionales originados por los miedos e inseguridades, permitiéndonos poco a poco tomar consciencia e ir deshaciendo esos miedos que se nos presentan en el momento de comer.
Nos vamos a apoyar en diferentes técnicas, según la personalidad y necesidades de la persona.
Aunque nos parezca mentira el diagnostico de una enfermedad si sabemos leer entre líneas también nos puede aportar beneficios.
Una dolencia suele implicar cierto grado de pérdida o renuncia, pero a su vez puede alentarnos cambios positivos que quizá no habrían tenido lugar sin ella.
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