Disfunción eréctil II 

Continuación de DISFUNCIÓN ERÉCTIL. I

Opciones de intervención psicológica:

La terapia psicológica es una opción de tratamiento efectivo para la disfunción eréctil causada por factores psicológicos. En la terapia el psicólogo/sexólogo clínico trabajará con el paciente para explorar los factores subyacentes que pueden estar contribuyendo a la disfunción eréctil.

El tratamiento puede incluir técnicas de terapia cognitivo-conductual (TCC), que pueden ayudar al paciente a identificar y cambiar patrones de pensamientos negativos y a aprender a manejar mejor el estrés y la ansiedad. La función sexual está controlada por el sistema nervioso central en diferentes niveles corticales, y la disfunción sexual puede ocurrir por alteraciones en cualquier punto de dichos sistemas (Haslam, 1982). La actividad genital y otros tejidos eréctiles están mediados por el sistema nervioso parasimpático. Tanto el orgasmo como la eyaculación están bajo el control del sistema nervioso simpático. En condiciones fisiológicas, los dos sistemas están en equilibrio, pero puede haber un desequilibrio en las situaciones de respuesta de ansiedad. En los hombres se asocia con la incapacidad para mantener una erección o eyaculación precoz, Haslam (1982) explicó que las respuestas sexuales y de ansiedad pueden ser inhibición parasimpática y activación simpática. (Pérez, 1992) .

  • También puede incluir la terapia de pareja, que puede ayudar a mejorar la comunicación y la intimidad en la relación, lo que a su vez puede reducir la ansiedad y mejorar la función eréctil.
  • La terapia psicológica para la disfunción eréctil puede requerir tiempo y paciencia por parte del paciente. Sin embargo, para aquellos que están dispuestos a trabajar en su problema, la terapia psicológica puede ser una forma efectiva de abordar la disfunción eréctil y mejorar la calidad de vida sexual y emocional.

¿Qué papel juega la salud mental en la disfunción eréctil?

La salud mental juega un papel importante en la disfunción eréctil, el estrés, la ansiedad, la depresión y otros trastornos emocionales pueden tener un impacto significativo en la respuesta sexual; la ansiedad de rendimiento o ejecución es el miedo a no ser capaz de mantener una erección o poder satisfacer a la pareja sexual, puede crear un círculo vicioso y empeorar la disfunción eréctil.

Algunos de los fármacos utilizados para tratar los problemas en salud mental, pueden tener efectos secundarios que afecten a la respuesta sexual del hombre; es importante tener en cuenta que el abuso de sustancias, como el alcohol y las drogas, puede contribuir a la disfunción eréctil. Por lo tanto, si una persona experimenta disfunción eréctil, es importante considerar su estado de salud mental y buscar la ayuda adecuada, un profesional de la salud mental puede ayudar a abordar problemas emocionales subyacentes que pueden estar contribuyendo a la disfunción eréctil.

¿Qué cambios de estilo de vida pueden ayudar a mejora la disfunción eréctil?

  • Es importante mantener una dieta saludable, ya que la dieta puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad, que son factores que contribuyen a la disfunción eréctil; se deben incorporar a la dieta más frutas y verduras, granos enteros, proteínas magras y limitar los alimentos procesados, grasas saturadas y azúcares refinados.
  • Hacer ejercicio regular nos ayudará a mejorar la salud cardiovascular y reducir el riesgo de obesidad y diabetes, lo que a su vez puede mejorar la disfunción eréctil. (al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana)
  • El estrés puede contribuir a la disfunción eréctil, por lo que es importante encontrar formas de reducirlo, implementando con técnicas de relación, meditación, yoga o respiración profunda.
  • Limitar el consumo de alcohol y tabaco.

¿Cuáles son los síntomas de la disfunción eréctil que requieren una intervención?

Los síntomas que pueden requerir una intervención:

  • Incapacidad para lograr una erección: Si tiene dificultad para lograr una erección incluso cuando está excitado sexualmente.
  • Incapacidad para mantener una erección: Si tiene una erección, pero no puede mantenerla durante el acto sexual.
  • Erecciones blandas: Si su pene no se pone lo suficientemente erecto como para penetrar durante el acto sexual.
  • Erecciones intermitentes: Si experimenta erecciones solo de vez en cuando, o si tiene dificultades para tener una erección en ciertas situaciones, durante el sexo o la masturbación.
  • Disminución del deseo.

Es importante contactar con profesionales especializados de la salud y salud sexual, para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.

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